la lucha por seguir creyendo que pertenecemos a la clase media representa en concreto 59 pesos, una larga cola y un par de arañazos en esas canastas de la guerra en Zara, mientras miran esa ropa oficinesca dos turistas brasileñas susurran: hay mucha gente, vayámonos de acá.
al resto de las argentinas les queda corea.
yo estuve frente a los canastos de C&A en Once y me sentí legítimamente de clase media baja
ResponderEliminarpobres!
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