los días de la semana

van pasando y cada uno tiene un nombre y número diferente. así se van acumulando, acumulando, la vida es más concreta.
cada día tapa el anterior, por eso, vamos olvidadno las penas, no recordamos el dolor pasado. ayer por una frazada muy gruesa tuve una pesadilla. cuidábamos un huevo, adentro estaba nuestra sobrina, incubándose. pero por temor llamamos a la ginecologa, la vecina, y ella vino con fuerza y obligó al huevo a dormir la siesta y como todos los doctores dijo, no es nada... apoyó el huevo con fuerza en la mesa de madera y lo chasqueó. entonces yo lo sentí. agarré el huevo con mi mano izquierda y de adentro del huevo con fuerza salió una yemapollo todavía inamdura... su fuerza venía de que creía que debia nacer. la doctora dijo tratemos, y la volvió a meter en la cáscara de huevo para que siguera incubandose, pero el pollo no quería entrar, quería salir siendo yema aún... muy triste, me daba cuenta de qeu toda la culpa era de la dcotra, pero no era capaz de articularlo... y ella se fue. más tarde, algo todavía peor pasó, mi cuñada, habiendo empollado otro huevo dijo no importa, si no madura ya va a venir otro, y rompió su propio huevo empollado e hizo un huevo frito con su hijo... yo vi la yema coagulada en pequeñas cápsulas, como burbujitas, donde comenazaba la vida sólo había aceite.