amo la panadería, y por qué no, hasta los muffins que suelo considerar una injuria a mi oficio... pero el horario de mi trabajo ajetreándonos sábados, domingos y feriados es agotador... por eso, cuando cambie de trabajo tal vez una tarde me vaya a sentar a tomar un café con leche a le blé y me comeré un croissant pensando ahora estoy del otro lado...
la verdad es que nunca me gustó eso de ir a sentarme a un café y tomar un café porque siempre sentí que eso significa que no tenés nada que hacer y a mí el tiempo libre me hiere, me da un calor y una vergüenza muy grandes. lo mismo no podria tener uno de esos perritos falderos como mascota, que el otro día justamente pasando por le blé, vi que una de sus dueñas permitía que se trepara a la mesa y chupeteara su plato donde iría a poner la mano para comerse el pedazo de croissant que le quedaba... no...
pero bueno tal vez un día lo haga... -lo del café -
HISTORIA DEL CARRITO de leopardo
Doctor M tomó mi carro boliviano para transportar un amplificador, pero quedó en casa del bajista.
Hoy parto al Coto a hacer una compra "mensual", noto su ausencia. Adquirir un nuevo carro se convierte en la primera necesidad.
Paso por Carrefour, $175, muy caro.
Paso por la casa de bazar de B Mitre, dos casas, 180 en cada una. Muy caro.
Llego a Coto, 139, dos modelos. Ok, uno es rojo y gris y me parece horripilante. Otro es de leopardo y me parece divino. Sus ruedas y la tela del canasto son mas dèbiles que las del colorado. Un repositor me traerà un nuevo modelo, pero vuelve y me dice que no hay. Le pido consejos y me dice que es mejor el colorado.
No me puedo decidir y continùo la compra difiriendo ese momento.
Al final tomo el de leopardo que es femenino y me parece que la tela se ensuciara menos que la otra que es de lona.
Del super paso a la verduleria. Al salir bajo el escalon y la rueda del carro se desprende de cuajo todo el plàstico roto.
La chica inmediatamente trae un cajon de madera y pusimos ahi todo lo dle carro. O sea, el blem adentor de un cajón de fruta, etc.
Nota: yo llevaba musculosa blanca con guarda de leopardo y eso me gustaba porque combinaba con el carro.
Por la calle me voy riendo.
En el Coto me pregunta la chica de devoluciones què pasò?
Pregunta extraña ya que le estoy mostrando la rueda rota.
Primero me miró el señor de seguridad y larga la carcajada, yo tambièn,
esto es increible dice el tipo, nadie los devolvio nunca.
Qué mala suerte, respondo riéndome.
Ok, anda a buscar uno nuevo me dice la chica.
Al llegar a los carros, una señora rubia està a punto de comprar un carro de leopardo.
No! Señora! se lo desaconsejo, se me acaba de romper!
Que raro, yo lo tengo hace dos años y nunca tuve problemas.
A ver, dice. Y le mira las ruedas. Tienen un juego.
Ah, sì, esto està falseado. Es toda la partida.
Me sorprende que sepa exactamente còmo revisar la calidad del carro. Y quiero imitarla.
A ver este... miro el carro rojo que elegì y veo que no estàn falseadas. Pruebo varios más
Me llevo el colorado...
Salgo y cómo no, me voy riendo.
Pero más me río cuando llego a la frutería y veo que Beatriz Sarlo está pasando por enfrente de una casa de guitarras. O sea, lo único que falta es que quiera comprar unas bananas y pare en la verdulería mientras yo estoy de rodillas vvertiendo el blem y los espirales en mi nuevo carro colorado... Sé que eso no sucederá pero me da mucha risa total, ya me lo imaginé.
Ahora voy con el carro muy suavemente por las calles pero bueno. Hay muchas obras en construcciòn en las cuadras del centro.
Ahora, es tiempo de depilarme.
Si quiero hacerlo tranquilamente, debo empezar ahora.
Sì o sì.
Cantos lejanos
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También en ese tiempo, un día antes al atardecer, vimos una roca, bañada
por una lluvia torrencial, resbaladiza y en partes brillante, en el medio
de ...
Hace 2 horas
2 comentarios:
eres loca.
cocorocó.
quién arregló tu teclado?
jaja cocorocó!!!
volvieron los acentos por fin!
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