martes

empecé a leer el cielo protector de paul bowles pero claro, no me parece nada comparado a jane bowles...
este libro juego de damas de jane bowles, publicado por eterna cadencia es una traducción que hizo gaby bejerman de nueve cuentos y una obra de teatro... es un gran libro!
cada cuento lo vale como si fuera cada uno un borrador de dos damas muy serias. son trazos de vida condensada de damas muy serias... no hacía falta más,
son cuentos a primera vista inconclusos pero esa no conclusividad, completamente revolucionaria y rebelde a más no poder, no es más que la famosa "economía" de la literatura norteamericana... como hemingway tenía esa forma de escribir limpia y económica, así aplicó jane bowles una economía salvaje dejando los cuentos cortados, como si no tuvieran final... son trazos de vidas latentes que no tienen por qué "concluir" de alguna manera ni representar un nodo...
al igual que hemingway y su procedimiento del iceberg, en los cuentos queda suspendida una sensación de que atrás hay muchas cosas...
todo el tiempo está la sensación de que los personajes están actuando de freaks pero además son freaks de verdad. freaks que actúan de freaks...
la incongruencia es otro procedimiento magistral y que genera bastante confusión en la lectura, como si se nublara y superpusierann los personajes. consiste en introducir dos personajes a y b y extendiéndose en la descripción de los sentimeintos de b, y luego darle la palabra a "a", de manera que nunca está del todo claro quién es más importante...quién está atacando, quién a la defensiva... el lector no puede ponerse del lado de nadie ni identificarse porque el punto de vista va derrapando entre un personaje y otro nublando nuestra perspectiva...en un continuo equilibrio precario.

2 comentarios:

Tête de P. dijo...

Inés: casi con dos años de retraso, ayer compré y leí tu libro Una idea genial.

Fue una muy grata lectura, a pesar de mi incomprensión por algunas pocas cosas.

Felicitaciones tardías!

inés dijo...

jaja gracias, cuando hablaste de retraso pensé que habías leído dos damas muy serias! besos