clafoutis

hoy es un día tranquilo, claro, despejado, son las cinco y treinta y todo está ordenado
por eso el viento corre con frescura, ayer, que me desperté tarde, era todo un kilombo y parecía que traspiraba más

en el trabajo hicimos unas nuevas tarteletas de clafoutis, es una receta que justo tenía ganas de probar, la había encontrado en un blog que sigo, luego la voy a probar es como una especie de tarta en que ponés en el fondo de un molde frutas frescas por ejemplo cerezas y arriba le echás una masa líquida similar a la los panqueques, te queda como una tortilla de frutas muy liviana... y con mucho huevo ... es riquísima!


quejas y más quejas

noto que algunas amigas, ahora que tienen ciertos problemas concretos -laboral, presupuestario, logístico- hallan en su vida un eje que las anima y cuya manifestación es la queja. no digo que andemos diciendo todo bien todo bien, es cierto, no es posible ni es bueno ser negador. pero hacer que el eje de tu vida sea un problema, que encima no es tan difícil de resolver... me parece una actitud desagradecida.
claro, como soy creyente, creo que debemos agradecer a dios lo que tenemos, salud, dinero y amor, quién puede negarlo? está claro.
sin embargo, es muy fácil ah, yo no creo en dios, entonces lo único que hago es quejarme, total, lo bueno que tengo está dado... si realmente tuviera una cabeza que piensa que nada es gratuito en la vida, y por más que no creas en dios tendrías que tener cierta neurona para darte cuenta de que estar vivo es tu última oportunidad de disfrutar la vida en sus miles de pequeñas bendiciones minuto a minutos...

no es eso lo que quiero decir. la gente no se halla si no tiene un relato, que va siguiendo como el de una miniserie, y el relato no funciona sin un conflicto. no es fácil fluir y ya, no es fácil porque es aburrido, como cuando éramos chicos, no sabíamos qué era bien la gran literatura y claro por suerte no lo sabíamos y entonces solo quería leer un libro de aventuras donde pasara algo, y las descripciones me las pasaba de largo... bueno luego crecimos y aprendimos a tragarnos ese hueso y tratar de digerirlo... a apreciarlo
hay que digerirlo... pero no es fácil estar tranquilo.