el color del fuego es a los ojos

en fin, todo tiene su lado bueno.  la horda de manifestantes enfrende del cc san martín encendió una fogata nocturna que nos hizo conectar de manera genuina con la sensación de confort que debieron haber sentido los cavernícolas que inventaron el fuego.
pero el fuego siempre existió. lo que sí al hombre se le ocurrió usarlo para cocinar y para poder dominarlo se las arregló de frotar unas piedritas y hacer chispas.
dominar no es sólo extinguir, sino también hacer surgir de la nada.
al ver el fuego nos domina una sensación mágica. esa sensaciòn nos invade de pies a cabeza. su luz nos hipnotiza desde lejos, como si supiéramos por los ojos que allá está la calidez. el color del fuego es a los ojos lo que el olor de la comida es a la nariz. el calor del fuego es al tacto lo que el sabor de la comida al paladar.
el fuego nos atrae. no nos da miedo, queremos acercanos a èl. y como todos necesitamos calor, sentimos que el fuego es un eje social, que alrededor de èl, sin importar si fue hecho con basura de un container, podemos encontrar compañeros de alegrìa, aquellos que lo rodean estàn felices como nosotros...
me acerqué al fuego, casi pisándolo con la bicicleta, para rodearlo, y algunos manifestantes se asustaron de mi, pero al ver que la calle estaba demasiado repleta di otras volteretas para retomar mi camino, y al hacerlo, al querer irme lo ùnico que logré fue acercarme más, y luego de verificar la existencia o no de clavos sobre una puerta de madera que estaba siendo tomada por las llamaradas la salté, como un motociclista que va por el aro de fuego, y generé un ruido hueco de esa puerta, y una infinidad de chispas adornaron la cola de novia de la bicicleta, era un rastro efìmero, pero rastro al fin. sì, el fuego tambièn quiere seguirte, el fuego quiere ser tu amigo.