Hablábamos de una persona, yo exponiendo un detalle feo de su personalidad. Entonces eugenia me preguntó bueno, ¿pero qué te une a ella?
No, bueno, dije yo, pero no supe que responder, y le dije que ni idea, que no sabía qué me unía a mis amigos. Eugenia me dijo que ella sí, pero no me dijo "lo que tenemos en común". y tampoco dijo unía, pero yo entendí que eran como aristas de un rompecabezas. Así que me quedé pensando y al final encontré lo que me unía a esa persona y se lo expliqué y me dio el ok.
Así que supongo que si hago un esfuerzo podría saber qué me une a cada amigo.
Pero la verdad, no tengo ganas. Está bien así.
Lo que no me gusta es que los amigos vivan en mi cabeza y cuando los veo me olvido de todo lo que les quería decir, y después me vuelvo a encontrar dialogando sola con ellos. Y de verdad digo cómo me olvidé de preguntarle esto... ¿qué hago, le mando un mail?
Pero ayer me pasó algo del paso del tiempo. Nos encontramos con germán y me preguntó cosas de algunos conocidos, terminé contándole una anécdota que ya le había dicho hace como tres años.
Eso me deprimió, pero después me di cuenta de que al vivir él afuera de buenos aires y no vernos, ciertos amigos en común quedaron congelados, ahora muchos de ellos ya no son amigos ni de él ni míos, y de los amigos nuevos que tenemos no podemos decirnos demasiado. Es que nos conocemos hace diez años y diez años pasaron volando y así como volaron se llevaron por el aire y trajeron un montón de personas.
Eso me gusta del mago de oz, lo del huracán es una metáfora buenísima.
Les Justine en amour : Naviguer les complexités relationnelles avec grâce
et confiance
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En plongeant au coeur des tumultes affectifs, le prénom *Justine* évoque, à
lui seul, une constellation d’émotions et de sentiments qui caractérisent
les...
Hace 57 minutos
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