fin del tema

la semana, como una arañita, fue posando sus patas en las superficies llenas de polvo hasta descansar el domingo. y el domingo era limpio.
eso es lo que he decidido.
limpia la casa y limpia la lista de tareas que fueron quedándose por el camino.

estoy totalmente convencida de que si ordeno el escritorio, y esto incluye comprar dos carpetas para archivar cosas, seré dueña de mi vida. también, como comentaba, me veía a mí misma colocando el pañolenci en los muebles. y esto los volvía livianos y transportables. todos eran, como dijo mi suegra, funcionales. incluso el gran gran escritrorio.

no podés vivir pensando que el escritorio está mal. ahora que lo pienso, en el escritorio mío, que es enorme, están guardadas demasiada cantidad de cosas. y no muy ordenadas en sus categorías escalofriantes: papeles, papelería, libros, material didáctico y retazos. dentro de papeles se cuentan facturas y comprobantes varios, postales, diplomas, certificados, papeles borradores, recetas, cuadernos usados, borradores, textos académicos que quedaron fuera de alguna carpeta. dentro del material didácticos, juegos, discos, dentro de los retazostodo tipo de telas y lanas que están en un cajón. así que el mueble está lleno del pasado, presente y futuro.

no bueno, tengo otro problema que no es nada serio pero es que me cae mal una persona y eso no me gusta.
no me cayó bien desde el principio, es esos hombres de más de cuarenta que guardan en sí un espíritu juvenil y alegre, y eso me molesta, incluyendo su vestuario. es de esas personas jocosas e ingeniosas, porteño cien por ciento, y si querés saber si un hombre es porteño -o casi casi rosarino podríamos llegar al extremo- observá que se pone las manos en los bolsillos, y es un gesto detestable. también podría decir que esta persona, y tengo algunas claves para sostenerlo, es mentirosa y oculta mucha información y sus pensamientos. soy demasiado sensible, y además todo lo que capto lo estoy exagerando para dar una impresión general. también otro defecto que detecté es cierta condescendencia que tal vez no sea más que inseguridad en sí mismo. las personas que hablan muy rápido, que van de un punto altro a gran velocidad y que cuadno decís algo con lo que están de acuerdo exclaman por supuesto con demasiado énfasis me hacen pensar que quieren sacarse todo de encima rápidamente y que no les importa un bledo. no lo considero un signo de eficiencia el hecho de querer hacer las cosas rápido. tal vez yo sea densa, y quiera llegar al fondo de las cuestiones, pero eso no me hace una persona lenta o pesada. en resumen, lo peor es que cuando alguien me cae mal desde el principio, la segunda vez no quiero verlo, porque creo deshonesto pensar mal de él, y pienso qeu se va a dar cuenta, y me obligo a pensar que es mi culpa que me caiga mal y no debo ser tan sensible, pero al debo verlo suelo recordar que yo tenía mis razones para tener mala piel con ese sujeto, así que me despido y me quedo rumiando y esto, y esto? los detalles que se fueron sumando... les doy vueltas a ver si no es mi idea, a ver si son verdad... debería aceptar que no me cae bien y listo.
para peor, hasta es posible que con el tiempo me llegue a llegar bien, si es que por esas cosas de la vida lo sigo viendo, y al final el tipo va y se manda una cagada y todo dicen qué bárbaro, qué mal que actuó y yo pienso lo sabía, las primeras impresiones son las que cuentan.