sábado

ana, laura, y ana laura

Paula me visitó y nos entretuvimos arrancando las etiquetas de la ropa del bebé.

Aparecí un poquitin tarde en la segunda clase de preparto con dos colchonetas 
en la mano, una naranja, de yoga, la otra de tela escocesa, una para mí y la otra para Vika. No bien abrì la puerta, noté que todas las chicas ya se habían acostado en las colchonetas azules y verdes provistas por el hospital.

¿Quién te dijo que trajeras colchonetas!!? me preguntó la partera, que no era Ana Laura sino una mujer más grande.
No sabía... por las dudas... dije, y me fui rápido para el fondo donde estaba Vika.
Pero igual quiero una de estas que son mejores, aclaré, y la partera me dio una colchoneta y una pelota de tenis. La verdad era que Ana laura había dicho "la próxima clase se acostarán en el piso", y yo me lo había tomado al pie de la letra.

Más adelante, la partera seguía exclamando cada tanto ¿quién les dijo esto, quién les dijo lo otro? Hasta que en un momento dado confesó su incertidumbre y se lanzó a hacernos una pregunta directa: ¿qué les dijo Ana Laura sobre el trabajo de parto, cuàndo tienen que venir al hospital? ¿Ana laura les dijo que podían traer su propio gorrito? ¿Ana Laura les dijo que no habría oxitocina sintética?!! Traigan un saquito de lana !de lana! ¿se los dijo Ana laura??? Y así sucesivamente.
Resultó ser que la partera anterior, Ana Laura, era una especie de salvaje que nos habìa dicho cualquier cosa. Pero a Vika y a mì nos gustò mucho Ana Laura igual.

Y ahora debo hablar de Evelia Garrúfalo (la hippie del grupo). No me da decir su nombre real porque mirà si se googlea y se encuentra. Pero si tomamos este nombre: Evelia y lo acercamos lo màs posible a un nombre común (como ser "Evelyn") y si hacemos lo mismo con su apellidoy lo acercamos lo màs posible a un apellido que nos suene normal, llegaremos a saber aunque sea imaginandolo, su nombre real, que es bastante ridículo, aunque no sea culpa de ella, ni siquiera de sus padres.

Sé su nombre porque antes habíamos concidido en la sala de espera, ella se atiende con el "doctor Clooney" también.
Así que en una pantalla vi aparecer su nombre, aunque primero pensé que era "Julia Monsiváis", pero resultó que no era Julia Monsiváis y eso me decepcionó mucho.

Evelia es muy hippie, y en la charla qua mantuvimos en la sala de espera se las arregló, como todos los hippies, para introducir el tema "de la plata" en la charla.
¿Cómo lo hizo? Muy fácil. Dijo que hasta el quinto mes tuvo nauseas y vomitó todos los días, y que mientras eso ocurría le daba bronca, y le dijo a su "compañero" "gastamos plata en comida y yo la vomito". Qué comentario tan tirado de los pelos, pero bueno, siendo tan hippie no sorprende. Dijo que su hijo se llamarìa Nehemías, que significa Jehova (pronunciado Yehova) trae la justicia al mundo, o algo así. Hippie y testigo de Jehova al mismo tiempo, pensé...Más tarde dijo "el doctor tarda mucho en atendernos siempre", qué raro le dije, a mi siempre me atiende puntual. Ah, es que nosotros a veces llegamos con muhca anticipacion, porque venimos de lejos, dijo.
Luego dijo en mi barrio fuman mucha marihuana, y eso me daba asco. Pero a pesar de que intentaba de alguna manera hacerme saber cuál era su barrio, nunca se lo pregunté.

En la primera clase ya nos veíamos venir que Evelia daría la nota. Era la más joven de todas y su compañero un rastafari que estaba más aburrido que un oficinista.
Efectivamente, Evelia no tuvo vergüenza en absoluto de levantar su voz para decir cualquier barbaridad. Por ejemplo, Ana Laura dijo que las contracciones del parto eran dolorosas y regulares. Y Evelia comentó: yo suelo tener una puntada en el costado...¿eso es una contracción?


Bueno, en esta clase Evelia se despachó a lo máximo, desconfiando de todos y cada uno de los procedimientos médicos, lo cual fue bastante agresivo teniendo en cuenta que la partera era muy amable explicando todo y tratando de darnos la seguridad de que estàbamos en un "hospital" donde los médicos tenìan por funciòn justamente cuidarnos y evitar a toda costa que ni la madre ni el hijo murieran en el parto. Pero Evelia en su juventud impetuosa, no dejaba de ofender el profesionalismo del staff con preguntas del todo ridículas.
Por último, al final de la clase, el colmo fue cuando preguntó algo que causó la indignación de todas las chicas: pero yo no sé... cada cuerpo de cada mujer es diferente... ¿cómo estoy realmente segura de que empezó el trabajo de parto? Todas las chicas gritaron al únísono Evelia, tenés que tener contracciones cada cinco minutos durante al menos dos horas!!!!! ¿Pero y si no me duele? Te va a doler, Evelia, te va a doleeeeeerrrr!!! le dijimos a coro.

Aunque tal vez lo mejor fue cuando contamos anécdotas de animales. Como Evelia desconfiaba del uso de fórceps, yo le dije que un día había visto que sacaban a un ternero de la panza de la vaca atandole una soga y tirando de ella con un tractor, que el ternero no se había lastimado... entonces Evelia se entusiasmó y contó de su perra, que a difrencia de su gata había parido, según ella "sin maullar", es decir "sin ladrar", o sea, sin dolor, entonces la partera recordó otro episodio cómico, el de su gata, que había parido el primer gatito pero  luego no salía ningun otro de los cinco que tenía, y que decidió entonces ponerse un guante y sacárselo ella misma pero no sabía cómo corno hacerlo, porque su mano no entraba, entonces llamó a la veterinaria y le preguntó qué pasa, no salen los gatos!, y la veterinaria le dijo que tenia que esperar, que podía haber un intervalo de mas de una hora entre cada cría...

Después nos fuimos con  Vika a las librerias de corrientes y compramso cuentos infantiles -para llevarse a francia- y babies go, los cds con música para bebes de los beatles, etc.
Nos preguntabamos si en la proxima clase conoceriamos a la tercera partera, que nos dijo Ana que se llama "Laura".

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