arlt

según masotta, la conciencia de clase en arlt es una conciencia
de clase media, o sea la conciencia de ser una basura sin lugar en el mundo.
para los que se llenan la bocaza hablando de temas políticamente corruptos:
empezar por reconocer nuestra miseria:



miles de cagadas
no las repotaba por ser mínimas

perdí dos veces el inflador
me robaron la billetera inadvertidamente
en la pizzería guardé el diario en un porta diarios y se zafó entre rejas de madera para caer justo en el plato de muzzarella.
nos quedaban doscientos pesos pero yo no sabía durante diez días vivimos
como si no tuviéramos nada. comi pan con miel, pero por suerte había milanesas y con huevo y eso zafamos.

al final cobré doscientos pesos y cuando los fui a guardar en el lugar secreto -no es un chancho- encontré el dinero doblado.

al final de esta semana solamente estudié un tema- artlt- y lo estudié mal

otro punto: de la tristeza surge el odio. lo que muestra arlt es verdad. la gente pobre se insulta, se grita y se caga a patadas ante la menor circunstancia.
los ricos también . lo que pasa es que como hay menos no se los ve.
a una amiga mía cuyo padre era rico la madre la hacía comer fideos todos los días.
incluso a la hora del té.
a los invitados les convidaban torta de frutillas casera. después mi amiga se hizo prostituta, lejos de su ciudad natal. pero esas eran habladurías.


entender que se es una "basura" serviría para tratar de olvidarlo
y no entretenerse en cagar la existencia ajena con escrúpulos que no son lo suficientemente originales.
pero a no confundirse. contarles nuestras miserias idiotas a los psicólogos -o al blog- es legal. lo que no se puede es cagarle al vida al otro con escrúpulos que no son lo...... por eso debería omitirse del blog la queja acerca del tampón.

arlt me gusta porque narra esos delirios que tenemos con la fiebre. las ideas que se nos ocurren que nuestra cabeza es un tanque de cemento, que las hormigas de metal se van a chupar nuestro cerebro. sueños de ciencia ficción sin ser ciencia ficción.
su estilo eduardo gutiérrez es lo más.
en la crítica que leí no se habla mucho del comentador. prieto separa al comentador del narrador, lo que al principio me pareció un delirio, que después consideré posible pero ahora pienso que no, es obvio que el comentador y el narrador son la misma persona, evaluando flashbacks y cerrando conclusiones acerca de la locura de erdosain, no sé...