sábado

chiribín, chin chin

había una vez un hermoso patito. el tenía una familia muy grande, pero nadie lo quería.
no lo quería la madre, no lo querían los hermanitos. el padre lo coscorroneaba refregándole el picotón en las orejitas... a pesar de todo, él nadaba atrás de su familia. se enredaba en las totoras y nadie lo ayudaba. todavía no entendía bien qué hacer con sus alas, pero no se lo decía a nadie. pasó el tiempo y sus hermanos se volvieron amarillentos de pluma gruesa. pero él se fue volviendo blanco, blanco y el cuello muy fino y de pico cada vez más negro. alrededor de los ojos se le dibujaron manchas negras. patito feo, patito feo, se burlaban de él sus hermanos. patito feo, patito feo, se burlaban también sus nuevos amigos. el patito se puso muy triste y lloró amargamente. hasta que un día, nadando con sus hermanos vio un grupo de majestuosos animales deslizándose en sentido contrario a la corriente. cada tanto daban giros, giraban como locos sin parar, se daban vuelta para mirarlo y empezaron a llamarlo. cuac, cuac, cuac. cuac, cuac, cuac. el patito abrió los ojos muy grandes. abrió el pico y de su garganta salió este sonido cuac, cuac, cuac. cuac, cuac, cuac. al oir esto, sus hermanos se sorprendieron y quedaron muy asustados. el patito feo empezó a nadar torpemente hacia donde estaban las majestuosas aves y desapareció para siempre.

1 comentario:

Obelix dijo...

qué lindo cuento, pato criollo!