cuando garúa como ayer el asfalto se humecta.
la bicicleta pierde su maniobrabilidad de costumbre, colea
hay que ir más despacio,
los autos colean y se zambullen en pozos de arreglo de calles
yo coleé. fue cerca del cordón. no fue escalofriante, fue una coleada
mínima -no puedo accidentarme, debo llegar a tiempo a la clase-.
dejé la bici en casa, mejor voy a la clase en colectivo.
la até en el poste. pasé a caminar hasta la parada, veinte metros.
dejó de llover, el asfalto ya se secó.
vuelvo, y la recupero. antes de recuperarla pienso entrar a casa
y ponerme el impermeable. qué buena idea
al final tenía tiempo de sobra. ¿por qué apurarse?
esa entrada casi incluyó las botas pampero. pero no la incluyó.
el resto del viaje sin novedades.
Chichen Itzá
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Soñaste que subías
la pirámide más alta
de Chichen Itzá
una noche de luna llena
y en lo alto el paisaje
dejaba de tener un vestigio
de real...
Hace 5 horas
2 comentarios:
coléame a mí mí mí
hola la lá!!!
colianos a la parrilla bubuuuuuuuuu
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