En el siguiente breve trabajo me propongo analizar el delicado estatuto del uso de las palabras "por favor" y "gracias".
Se las considera, junto con "permiso", una muestra de cortesía de elemental educación.
Su ausencia se suele considerar una muestra de mala educación y redunda en una mala imagen.
Sin embargo, en el siguientre ejemplo intentaré demostrar que existen abundantes herramientras para expresar la cortesía que permitirían, opcionalmente, omitir la expresión "por favor"
¿No me esperarías un ratitín? (entonación).
En esta frase encontramos en primer lugar una entonación particular que el hablante imprime a la frase intentando demostrar que está haciendo un pedido amable.
En segundo lugar, a nivel morfológico, el uso de la forma condicional indica lo mismo.
En tercer lugar, el índice de polaridad negativa (no), qeu es opcional, es una señal de suma cortesía según la cual el que pide le estaría dando la oportunidad de responder negativamente al pedido.
En cuarto lugar, a nivel léxico, el hablante hace uso del diminutivo para disminuir lo mmáximo posible la molestia que le causaría eventualmente al interlocutor.
No sólo la abundancia de elementos de cortesía estaría permitiendo la omisión de la expresión "por favor", sino que, en el caso de agregar la expresión por favor la entonación, elemento natural, se vería complicada por la extensión de la frase.
Un ejemplo de esto es cuando en mac donalds a los empleados en lugar de decir por favor, que es de uso obligatorio, les está permitidio usar la abreviatura: porfa.
Ya que por favor es mucho más largo que "please".
Otro ejemplo es la costumbre de algunas personas de usar la palabra please, por un lado por ser más corta, por otro lado porque su uso desnuda un punto central: el uso de please y thanks es absolutamente necesario... en el idioma inglés.
Volviendo al ejemplo de mac donalds, si encontramos que es obligatorio en el reglamento de una compañía utilizar una palabra, allí está la clave misma del asunto: quiere decirse que el uso de por favor no es espontáneo en el hablante de español, y por lo tanto la compañía tuvo que obligarlo a los empleados a usarlo, y habiendo encontrado que era difícil cumplirlo, o para maximizar los tiempos, decidió convertirlo en la abreviatura porfa. Cuál de las dos opciones fue el caso, y quiénes fueron los responsables es un punto interesante del problema.
El dato divertido: alguna personas, especialmente niños insertan el uso del diminutivo en la expresión por favor, en general en lugares donde la lengua es más formal, como en la escuela hablando con la profesora, y en ese caso dicen porfi, lo que sería algo como por favorcito.
En otras situaciones, como por ejemplo en carteles en restaurantes u oficinas, encontramos los siguientes tipos de ejemplos: Tirar el papel en el tacho "por favor".
Es de destacar que estos suelen encontrarse en situaciones donde concurren gran cantidad de persona y por supuesto en ámbitos informales. El uso de comillas intenta destacar la palabra, pero también la llena de extrañamiento, como si no perteneciera a la situación natural.
¿Qué decir de la palabra "gracias"?
Con respecto a ella, es interesante notar las reacciones de los interlocutes ante el agradecimiento:
-Gracias
-Gracias hacen los monos.
-Gracias
-!No!, por favor!
-Gracias.
-Faltaba más...
-Gracias.
-No hay de qué/No hay por qué/ No tiene (usted) por qué.
El primer ejemplo rechaza de plano el agradecimiento, ridiculizándolo, llegando a comparar a las personas con un animal inteligente qeu sólo sabe copiar sin poder pensar. Todo lo cual es sumamente negativo.
El segundo es cómico porque rechaza el agradecimiento y en su lugar incluye la palabra contraria, poniéndose nuevamente en la posición del que pide algo.
El tercero, "faltaba más" es un poco más difícil de dilucidar. Lo que quiere decir es que el favor realizado se relaciona con un sistema de valores estricto y tan irrompible que agradecerlo parece accesorio. Por ejemplo, si un joven le da el asiento a un viejo y el viejo dice gracias, el joven dice faltaba más, como diciendo que es obvio que le daria el asiento y no hay por qué agradecer, que "faltaba más" para que fuera necesario agradecer.
El cuarto, lisa y llanamente explica que no hay ninguna razón para agradecer nada, que el favor realizado es parte de un sistema de valores/ reglas que no admite modificación. En un intercambio comercial, un empleado le da el cambio al cliente, y el cliente dice gracias, por el cambio y por el servicio, el empleado dice no hay de qué, ya que es obvio que como empleado tiene que cumplir ciertos requisitos de servicios y tareas que no se salen de lo normal.
El uso de "de nada", es mucho menor al resto de los ejemplos dados. También "de nada" está indicando que no hay nada para agradecer.
En resumen, al igual que en otras culturas, estas expesiones muestran que el acto de agradecimiento en situaciones cotidianas o en momentos en que la cortesía se comprende como parte de un sistema estricto de valores morales resulta accesorio. Asimismo, el uso de por favor está apuntalado por cuatro herramientas de la lengua que se colocan en primer lugar permitiendo omitirlo de la frase sin con ello cometer una falta de educación.
Chichen Itzá
-
Soñaste que subías
la pirámide más alta
de Chichen Itzá
una noche de luna llena
y en lo alto el paisaje
dejaba de tener un vestigio
de real...
Hace 25 minutos
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