sábado

últimamente

no me acuerdo de nada del día anterior. es simpático de vez en cuando ir a alguna fiesta y levantarse una y media. me encanta levantarme tarde. mi rutina igual continúa como siempre. preparo mate, pongo a andar el lavarropas -blanco, negro, blanco negro- y veo que el lavarropas viene seteado automaticamente para lavar en agua caliente, y que para lavar en fria hay que apretar el boton. donde estan los ecologistas.. activen esta cuestión del agua caliente, hay que estar en todo...
lavo los platos -siempre que vienen los alumnos gasto como seis tazas, no entiendo por qué.
el otro día prepare un plato coreano y le convide a mis alumnos con arroz. hice bulgogui, una carne toda dulce con mucha cebolla a la plancha. les gustó el bulgogui pero el arroz no se lo quisieron comer. disculpame, pero esto no lo puedo comer, m dijeron. nustro arroz es muy diferente al de ellos.
tiré los guantes de goma a la basura. engordé tanto que ya no me entran, o se achicaron porqeu nancy usa demasiada lavandina. esta es otra de las reflexiones matinales. la lavandina es un liquido super concentrado, que con apenas un chorrito mezclado con agua saca las manchas, por qué viene tanta cantidad junta, y entonces nancy gasta tres litros por mes, aproximadamente. lo cual es mucho ya que viene dos veces por mes... por eso, cada vez que hago la compra mensual, sin dudarlo, agarro un tarro de cinco litros, si pensas rapidamente te daras cuenta de que sobran siempre dos litros por mes, donde estan, bueno, estan guardados en el lugar de la limpieza, es decir que desde qeu asumí la necesidad de lavandina, he acumulado tres tarros de lavandina, sin que por ello la proxima vez deje de comprarlo nuevamente en el supermercado. es que la lavandina es un gran producto. por eso, vi que las tazas estaban marcadas de forma fea, y las meti a todas en un balde con agua con un poco de lavandina. lo recomiendo.
los guantes ya no servian para nada. no podia guardarlos y los tire a la basura.

estuve pensando algo. siempre se dice buenos aires, argentina, cuánta cultura, cuanta creatividad. estuve pensando que los yanquis son muy creativos, pero todo lo aplican a los negocios. es coo que el premio a la creatividad es el dinero. todo es "real". ellos inventan cualquier cantidad de máquinas y cosas locas para vender, mientras nosotros hacemos obras de teatro o algun grafitti -cerca de mi casa hay uno que dice "agua". es el grafitti mas increible que vi en mi vida. es un gran engaño, es como que nos consideramos unas especies de nativos, que venden sus cacharros y compran productos manufacturados... conserven su cultura, explótenla, traten de hacer algo colorido... lo digo porque por ejemplo, a mi me encantaria tener una empresa de reciclaje de residuos, pero es demasiado dificil de hacer para mi. en cambio, se me da la impresion de que si viviera en usa, podria levantar el tubo, hacer un par de movidas or internet, -llamo a una empresa de camiones, otra de fabricas de plasticos, luego otra de ventas de abono y monto una gran empresa de reciclaje. pero acá es como que me quedo.
deberia intentar hacer mi empresa de reciclaje a pesar de todo? podría buscar un inversor, pero no sé bien cómo hacerlo.

3 comentarios:

Balbi dijo...

Ines... es un placer ver que todavia podes cambiar de tema 5 veces en 3 oraciones

Víctor Vígor dijo...

Hay un sinnúmero de Ineses en mi familia. Aquella vieja tradición de repetir nombres es bastante parecido a la identificación animal con un fierro caliente. A mi abuela le decían Inesita. Mi hermana quiso rebelarse y, en lugar del diminutivo, terminó con una perruna chapa identificatoria colgada del clítoris. Sus novios protestan porque el cartel es de bronce y dicen que ante cualquier contacto te agarrás un cáncer fulminante. Me habían advertido de la tormenta. Lo que nunca dijeron es que también podríamos sucumbir respirando los malos alientos en las colas del banco. No me quejo. Peor están esos mineros chilenos.

Dolo dijo...

Si ponés una empresa de reciclaje sos lo más! me encantarí que hubiera más conciencia generalizada, que sea más fácil para todos colaborar en No destruir el Mundo.
El cuento de la lavandina me encantó!