a veces estamos de entre casa y decimos pucha, ahora sí que podría usar una babucha siempre y cuando sea blanca, de algodón, algo bien cómodo para estar en casa, y quién te dice, hasta si me queda bien podría usarla para salir, y ya con unas nike fosforescentes y un rodete en la cabeza me re hago cargo loco!
CÓMO HACERLA
1. Mientras tu hermano/padre/novio/amante ocasional/marido/hijo mayor/nieto crecido duermen, toma una de sus remeras de algodón, elige la más grande.
2. Busca un cinturón. Puede ser de artes marciales, un pañuelo largo, un cinturón propiamente dicho.
3. Tomando la remera al revés, meté las piernas en las mangas de la remera.
4. Simplemente ata la parte de la cintura con el cinturón.
5. Dependiendo del modelo de remera y de tu cuerpo esta babucha te hará más o menos cola, intenta calzarla más si es necesario. Que no quedes como un elefante indio.
6. En el caso de ser tus piernas demasiado gordas y no pasar por las mangas de la remera, ni problem! practica con una tijera los cortes que sean necesarios.
7. Lo mismo puedes hacer en invierno con un sweater de mangas largas, te quedará una bacuha espectacular de lana.
Infaltable en el placard.
Chichen Itzá
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Soñaste que subías
la pirámide más alta
de Chichen Itzá
una noche de luna llena
y en lo alto el paisaje
dejaba de tener un vestigio
de real...
Hace 5 horas
6 comentarios:
un desastre. las detesto. no me pongo una babucha ni por puta.
ajaja me muero !!
para ir al trabajo, al super, o una juntada con amigos de la facu a hacer los ultimos laburos del cuatri...moooy bueee!jajaja
y qué mierda hago con el agujero del medio? puedo mear por ahí, no?
ahahah lo mismo me di cuenta después, qué papelón el agujerooooo pero bueno...
sí a mí no me gustan tampoco las babuchas pero la verdad unas que tengo eran re coloridas y me quedaron bien pero no eran de las que se ajustan las piernas esas no... pero para estar en casa la de la remera queda tipo pollera, o sea no se nota la manga... está bueno en serio
jajajajaj, infaltable para esta receta el nieto crecido durmiendo!
gracias inés!
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