lunes

libre...

El otro día salía de casa apurada y la puerta estaba bloqueada por el portero y el cerrajero. Pensé que si el portero se corría, podría todavía pasar por la rendija de la puerta y aceleré el paso de manera agresiva. El portero se corrió porque pensó que lo iba a taclear, y entonces el cerrajero cambió de lugar y ocupó la puerta por completo, me tiré a él por la izquierda diciendo permiso, pero él no quiso dejarme pasar e interpuso su cuerpo, "espere", me dijo. Esperar yo? Ja ja. ¿Para salir de mi casa? "necesito salir, disculpe, dije y me puse de rodillas pasa pasar por abajo de sus brazos. Cuando vio que me tiraba al piso y realmente lo iba a barrer tuvo que correrse hacia la izquierda para dejarme pasar. "Dos segundos", gritó. "Necesito pasar", dije al aire, y ya estaba afuera de casa.

Cuando agarré la bicicleta y vi los autos parados entendí por qué los autos no quieren a las bicicletas.Es porque las bicicletas pasan siempre, y los autos casi siempre están trabados como idiotas.
Las manifestaciones también cortan la movilidad de los autos. Personas de pie, todas juntas, pueden vencer a esa máquina que, eventualmente, hasta podría matarlos si impacta con ellos. Ganan así un poco de igualdad en desmedro de la gran desigualdad que viven día a día. Sin embargo no defiendo a los manifestantes. Si bien tienen derecho a hacerlo, es horrible que nos corten el camino. Idealmente, nadie debería bloquear el paso de las demás personas.

Pero bueno. Una vez màs, una nueva ventaja de la bicicleta: estar libre de los conflictos de clase.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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