lo mejor que hice este año fue tirarme de ese trampolín.
fue lo más intenso y es que la edad me da para eso.
todavía puedo hacer cosas así. tirarme de un trampolín de siete metros el primero de enero de dos mil once en mi ciudad natal junto a mis hermanas, sí.
sí!
el vértigo ni el miedo pudieron detenerme. todo lo contrario. me llamaron y atravesé esa sensación para empezar a descubrir que la velocidad y el azul del agua no llegaban a mostrarme el contacto con el material que develeraría que el final de la experiencia era presente...
sí,
...
así fue.
Ayer en escultura
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Ayer en escultura me adentré
en el ritmo suave de la herramienta
sobre el barro y en el ir y venir
como lo hace el agua y el viento
sobre una mesa ...
Hace 1 hora
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