domingo

veo que no escribí el viernes ni el sábado
no me acuerdo mucho del viernes, eso sí el sábado fue terrible porque volví a casa el viernes a la noche a las tres de la mañana y tenía que
a) levantarme a las cinco
b) hornear dos panes antes de irme al trabajo

o sea que formé los panes a las tres de la mañana y me puse el despertador cinco menos cuarto
los metí en el horno y me puse el despertdaor cuarenta minutos
así es que como se quema el pan no? pero bueno, no se quemó...
y por eso no pude escribir ni tomar mate
a las seis menos cuarto saqué los panes del horno, me cambié y me fui al trabajo...
por el camino en el subte, para reanimarme me fui comiendo una porción de fugazzeta que sobró de la comida.

por ahí sería lindo que en vez de disfrutar contando las cagadas y pelotudeces que me mando pudiera desarrollar una manera no aburrida de dar a conocer cómo a través de tiempo pude mejorar tanto y cada vez me mando menos cagadas.
porqeu tal vez las cagadas nunca se terminan, quizás como me voy refirnando en mi torpeza cada cosa que hago ahor y antes no me lo parecía podría ser una cagada nueva desde otro punto de vista
a qué engañarme, a veces me las mando bien hechas, me hundo en la ignominia y en la vergüenza
si solo pudiera ponerme un poquito de paz no me las estaría mandando
pero no sé cómo buscar la paz, dónde está y ni siquiera conozco su sabor, si pudiera identificarla, tomarla un ratito y conocerla, me haría amiga y podría
quién te dice que sos más fuerte por estar siempre en pie de guerra?
al contrario. aquel que es verdaderamente fuerte puede estar tranquilo.
pero todo esto es bla bla bla, porque yo nunca estoy tranquila. o tal vez, sí, si te pudiera decir qué momento siento infinita paz es cuando en el kumite una persona me está por atacar me baño de un relax porque me encanta esperar que venga un ataque y yo estar como si nada. eso no es paz es la tranquilidad con que me predispongo a un golpe adrenalínico
no puedo estar quieta me siento rara
a veces salgo al patio en el trabajo estiro las piernas y mastico una manzana, ahí estoy bastante tranquila
lamentablemente me tengo que ir

no hay diminutivo ni aumentativo para paz
pacita, pazota
o paciencia

1 comentario:

Anónimo dijo...

I, hermoso texto.
Recuerdo tu torpeza hace 11 años en Tandil cuando peparabas un mate en la casa de C. Y que obviamente, se terminó cayendo. No podíamos dejar de reirnos. Hoy estás, de lejos, de lejos, mucho menos torpe.