jueves

bye bye

no sabía bien cómo ganar energía. la clase de karate fue dura porque no podía levantar ni una pata... a pesar de que me recuperé con un cuarto de helado compartido volvimos juntas con eve de los respectivos trabajos. charlamos y tomamos el subte y el 184, después bajamos en cadore y tomamos sol, luego me dormí una siesta espectacular

el otro día sin darnos cuenta nos visitó una niña prodigio que sabía un montón de palabras, digo sin darnos cuenta porque al final me pregunté pero cuánto tiene esta niña? y tenía menos de dos años y ya hablaba, se encontraba en pleno descubrimiento de los deícticos y los acummulaba y especialmente esto este, y acá ahí, descubrimos que nos gustaba mucho el fuego, yo le prendía una vela y la soplaba -nunca vi que un menor de dos años tenga tanta energía como para soplar una vela- bueno le prendí dos velas entoces pero los adultos nos detuvieron de incendiar la casa, lo gracioso cada vez que ella soplaba fuerte yo decía !esa! y la niña me respondía !esta! qué gracioso que fue!

otra divertida era que le daba láminas de queso y se las comía sin parar y cuando nos fuimos con su madre a la cocina a buscar los canelones l aniña se había mandado media empanada y se la estaba devorando, jaja no fallan las empanadas, les encanta a los niños
como el otro bebé que estaba tan enamorrado de martín que cuando él fue al baño se quebró y le dijo bye bye -era angloparlante-

1 comentario:

Anónimo dijo...

-Né, Acá , Né.
Queria que te subas con ella al auto!