fue una lucha para que la oculista me pusiera las gotitas y al final no vi tan nublado como decían de hecho mientras esperaba leía kitchen de banana yoyimoto, me encantó pero m dice que era medio grasún es cierto, era medio grasún pero bueno. era como la música que escuchan en el supermercado chino, romántica, sí pero está buena
lo que sí no veía nublado en absoluto, al salir pensaba que iba a caminar por la ciudad pidiedo ayuda para cruzar la avenida o algo así y nada que ver... aproveché para dormir la siesta y al despertar no me podía mover aparte dormí con el codo clavado en la costilla
digo no voy a poder ir a karate, pero la verdad es que pocoa poco no sé cómo me levanto y paso a paso, siguien la huella eterna de la rutina, llego al dojo y hago lo posible por practicar fuerte...uf me tengo que ir dios mío... hoy hay demasiados mandados que hacer.