miércoles

ah, cierto

acabo de acodarme qué pasó ayer. a diez cuadras de casa se pinchó la bici, y me tuve que tomar un taxi. la dejé atada enfrente de un hospital, en la calle paraguay.
a la salida, me encontré de a pie, como casi cualquier mortal, y se largó a llover... además, tenía que buscar la bici y llevarla a arreglar, obviamente, caminando.
pero, no hay mal que por vien no venga, de paso compré unas verduras, mientras me arreglaban el pinchazo, y llegué a las cinco, a tiempo para ver a m, echarme un sueñecito y ver un capitulo de in treatment, que va empeorando con el correr del tiempo pero bueno, es mi chupete. tenía mucho mucho sueño. tanto sueño que nunca recuerdo los sueños.

a qué venía la clasificación de los motoqueros... no sabés lo que pasó el otro día...
paro en la estación de servicio porque quise ir al baño, le dije al señor, me la cuidás, ok, donde esta el baño, arriba de las escaleras. al ver las escaleras feas, ya mi corazón no auguraba nada bueno. pero las subí y ya el olor a meo que hay ahí me dio inquietud, y a poco de girar en el primer descanso, me topo con un motoquero, frente a frente, ocupando él todo el lugar de paso. me pegué un susto muy grande me llevé la mano al pecho y se lo declaré al tiempo que giraba y bajaab corriendo las escaleras, sabés qué le dije? "me asusté". y me subí a la bici y seguí a toda velocidad por la avenida corrientes, como si nunca hubiera entrado en esta estación de servicio. lo que hice fue correcto, seguí mi instinto, es obvio que como animales sentimos el peligro así como nos da placer dormir la siesta, reconociendo con el cuerpo lo bueno.
podemos sentir, y hasta ver, y por supuesto oler lo que les pasa a las personas a nuestro alrededor.
ayer anduve en colectivo luego de tres meses. venía soñando con eso, pensando que me iba a sentar y echarme un sueñecito en el colectivo y así fue.

cuando subo, adelante mío una señora le echó su paraguas mojado al colectivero y después le preguntó, lo puede guardar ahí atrás, señora, le dije, no le eche el paraguas al colectivero!, ella empezó a guardarlo y preguntar cuánto cuesta y yo me le adelanté y pagué mi boleto para no tener que presenciar una escena que prevía muy penosa, al pasar a su lado olí un olor a alcohol mezclado con todo lo humano y me di cuenta claro que la mujer estaba ebria, y al verla de lejos vi ese color opaco del pelo y que cae como a colgajos, porque ella estaba como que se inclinaba un poco... ok, es suficiente, no la miré más y me dormí...
vemos con los ojos, y olemos cómo una persona puede estar tranquila o nerviosa...
nos guiamos mucho por la ropa también. yo miré la ropa de esa mujer y era una ropa de señora relativamente elegante, digamos...como profesora de historia de colegio privado.

luego, me pregunto los motoqueros con mochila nike y zapatillas pony/puma, qué hacen? si pudiera olerlos, sabría más. podría oler su perfume, su desodorante y también claro el producto con el que lavan la ropa, y me haría más una idea de quiénes son.

2 comentarios:

Ana* dijo...

El olor a motoquero es muy particular. Lo reconocés?
Cada vez que subo al ascensor de mi trabajo con uno, lo reconozco al instante, aunque no haya notado la presencia antes con los ojos. Es como el aire de la ciudad, pero concentrado. Todo huele a eso, hasta sus cabellos.

inés dijo...

Olor a motoquero, debe ser una mezcla de pizza y transpiración con olor a papel recién fotocopiado...